La astrología como herramienta de conocimiento personal
La astrología como herramienta de conocimiento personal

La astrología como herramienta de conocimiento personal

La astrología me cambió la vida. Pero no cualquier corriente de astrología: la astrología psicológica y evolutiva me cambió la vida.

DISCLAIMER: Yo he tenido un enamoramiento secreto por la astrología desde que era niña. Me interesaba aprender las fechas de nacimiento de la gente y saber qué signo eran, les parloteaba sobre algunas características y a todo el mundo le hacía gracia. Para mí era serio, pero a quien me escuchara simplemente les sacaba una sonrisa y me preguntaban algunas otras cosas, especialmente compatibilidades y por el estilo. Ya más adolescente, amaba leer los horóscopos de los fines de semana; de hecho, se transformó en un ritual familiar el leerlo en voz alta durante el fin de semana. Me daba ilusión pensar que las estrellas nos podrían dar pistas sobre lo que podría ocurrir, pero nunca me interese por saber mucho más en ese entonces. Y, mirando hacia atrás, jamás se cumplió lo que salía para mi signo (lo que no es de extrañar, ya que no sería hasta muy después que comprendería que esos horóscopos, por la forma en que están elaborados, son más “acertados” si se les lee en relación al ascendente de la persona -determinado por la hora de tu nacimiento-, que para tu signo solar. Oh bueno.)

Pero me estoy saltando un poco la historia. En fin, lo anterior es válido para mi niñez y adolescencia. Durante mis años de adulta joven, todo ese mundo se esfumó lentamente. Me mentí más en el tarot, o en el trabajo energético (de forma privada), pero la astrología, si bien seguía llamándome la atención de forma anecdótica, no avanzó más que eso. Hasta que llegamos al año 2019. Ahí, luego de otro desastre amoroso, me dije: “ya basta, sigo repitiendo los mismos patrones. No vuelvo a salir con nadie hasta que no resuelva esto.” Y por arte de magia, (o coincidencia, u orden divino, ya no sé en verdad), por redes sociales llegó a mí un anuncio de una chica española -Elva Abril-, que estaba promocionando su curso sobre cómo sanar el mundo emocional de las parejas a través de la mirada astrológica y psicológica. Me sonaron todas las campanas mentales (¡ding, ding, ding!), y de mi cuerpo salió un enorme sí. Me apunté inmediatamente.

Calculé mi carta online con el software recomendado por ella (www.carta-natal.es) y empecé las clases (PSI: en ese entonces, todo su curso estaba online y pregrabado, e incluía un encuentro mensual para responder dudas sobre el material). Desde el primer video que vi, me quedé con la boca abierta. No sólo por como explica Elva, que es una comunicadora nata y tiene excelentes estrategias para hacer de lo complicado fácil, si no que también por lo que significó para mí aprender específicamente de mi luna y de mi venus natal. Ambos planetas, y sus interacciones con otros planetas el día que naciste, así como en qué casa natales caen, nos hablan de cómo nos vivimos nuestra vida emocional y relacional (que incluye la pareja, pero que claramente no excluye interacciones con un par de otra índole). Es decir, la luna nos habla de nuestra infancia, pasado, hogar y nuestro mundo interno; venus, de nuestro yo adulto, lo que nos gusta, da placer y lo que valoramos en la vida, así como nos valoramos a nosotras mismas (por decirlo de forma simple).

Para ser un poco más clara, yo tengo la Luna en Tauro en casa 7, en oposición a mi Saturno natal en Escorpio en casa 1. Tengo más instrucciones, pero esta fue la que más me impactó, porque habla mucho sobre el no saber acogernos completamente en nuestra vulnerabilidad, proyectando eso en otras personas, pero además sin vivir realmente de forma auténtica, siempre con miedo y muy pendiente de el qué dirán. El tener mi luna en casa 7 me reflejó el énfasis en la búsqueda de pareja para sentirme completa, en perjuicio de otras áreas de la vida, incluso de mi propio crecimiento personal y profesional. El tener la luna en tensión a mi ascendente (Escorpio) también me mostró mi tendencia al drama, pero a su vez evitando experiencias incómodas (Luna en Tauro). Tanta, tanta, tanta información que me hizo sentido. Fue como abrir los ojos y verlo todo claro por primera vez. De ahí en adelante, siento que ya no soy la misma persona.

De hecho, siempre digo que, desde que llegó la astrología a mí vida, tengo un mapa de vida (y yo leo muy bien mapas.) Por lo mismo, decidí formarme en astrología psicológica y evolutiva para seguir profundizando en mi carta natal, pero también para eventualmente apoyar a otras personas en su camino espiritual o de desarrollo personal. Me propongo trabajar esta herramienta con todo aquel que esté abierto a mirarse desde otro lugar, a desafiar sus ideas preconcebidas de sí mismo y, a su vez, a encontrar afirmación en esa vocecita interna que quizás siempre les estuvo susurrando por dónde era el camino, pero que no se habían atrevido a reconocer.

Este camino lo emprendí formalmente con la escuela online de Pablo Flores en Chile, ya que sigue la línea de astrología psicológica y evolutiva que me apasiona, y debo decir que han sido 2 años maravillosos. Es un verdadero gusto estudiar con él y su equipo. Dan mucho material y apoyo a sus estudiantes, siempre muy presentes en la formación. Estoy a punto de terminar mis exámenes de titulación, así que por aquí estaré contando cómo me va con mi emprendimiento. Me da nervio, pero a la vez me emociona mucho, porque también fue resultado de conocer mejor mi carta natal. De hecho, dado que soy una persona que tiende a sobre analizar mucho, uno de los tips útiles que recibí fue enfocarme en lo que me apasione como medio de canalizar esta tendencia natural. Y así ando hoy por hoy: sigo mis intereses y aprendo de forma flexible y creativa. Escucho podcasts, hago cursos, leo libros, etc. Me nutro de distintas voces también para ampliar mi visión astrológica (otro tip de mi carta); por ejemplo, sigo a Mía Astral que entrega mucho contenido de reflexión y guía a su comunidad, así como de profesoras quizás menos conocidas como Guiomar Ramírez-Montecinos (psicoastrocoaching y transformación de códigos heredados del linaje familiar), Carolina Salamanca (que hace mucha canalización y trabajo corporal con su método “caroafroyoga”), y Consuelo Inchaurtieta (que enseña astrología tradicional). También escucho y leo material en Inglés, como es el caso con Amy Lea (que combina astrología con Diseño Humano – ya haré otro post sobre esta técnica pronto-). Sin embargo, por alguna razón, mis fuentes preferidas de astrología hablan Español. Si tienen alguna recomendación de habla inglesa, soy toda ojos y oídos, por lo demás.

Como resultado de este conocimiento, siento que ahora vivo una vida más completa y plena, ya no tan enfocada en la búsqueda de pareja, si no en trabajar en mí y nutrirme intelectual, física, espiritual y emocionalmente. He aprendido a ser mi mejor amiga y a darme lo que necesito. Por ende, mi relación con mi familia y mis amistades también se ha beneficiado de ello. Realmente, para mí no ha habido nada más que un crecimiento personal exponencial luego de conocer y trabajar con mi carta natal. Me siento muy orgullosa de mí y de la versión de mí que estoy eligiendo ser hoy en día.

¿Y ustedes, conocen de astrología o se han leído su carta natal? ¿Cómo fue su experiencia? Me encantaría que me contaran.

Foto: Imagen de rawpixel.com en Freepik

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Aviso legal: La información presentada en este sitio es sólo para fines informativos y de entretenimiento. El uso no autorizado y/o la duplicación de este material sin el permiso expreso y por escrito del autor y/o propietario de este sitio está estrictamente prohibido. Se pueden utilizar extractos y enlaces, siempre y cuando se dé crédito completo y claro a Pilardeagua.com con una dirección apropiada y específica al contenido original.